Las conductas autolesivas son impulsos
para hacerse daño a uno mismo físicamente.
En un niño pequeño con autismo y
trastorno del procesamiento sensorial las causas pueden ser varias:
descontrol emocional, mala regulación sensorial, mala comprensión
de acontecimientos por una mala planificación o anticipación, por
nombrar algunos.
Pueden ir desencadenando causas unas
tras otras y no ser una única causa. Lo peor es el daño físico si
ya es intenso y que no se convierta en una conducta rutinaria “me
descontrolo por X razones y mí única herramienta es
autolesionarme”. Si esta conducta es su única vía de escape vamos
a tener un problema, ya que si necesita notar dolor para regularse
cada vez necesitará más para poder sentirse mejor.