Ahora que entramos en verano es una
tarea a la que se van a enfrentar muchas familias, la retirada del
pañal.
Un gran reto que ha costado mucho, para
hacer pipí 3 años y para defecar 4, nada más y nada menos. Pero es
algo de lo que me siento realmente orgullosa de él, porque nos
encontramos con problemas que nadie esperaba y ésto hizo
concienciarnos a todos del TPS.
A los 2 años, en verano, le retiré el
pañal como se hace con todos los críos. Fué un mes y ni se
enteraba, ni notaba y lo ví completamente absurdo, pero lo intenté.
Así que se lo volví a poner, aún estaba en la guardería, así que
no pasaba nada.
En el verano de los 3, a puertas de
entrar al cole se lo volví a retirar y más de lo mismo. Le daba
igual, ni siquiera le molestaba estar mojado, cosa que me impactaba
porque cuando bebía agua si se limpiaba rápidamente la boca.
En el cole me dijeron que no podía
entrar con pañal, así que era una aventura dejarlo allí, pero nos
llevamos otra sorpresa, NUNCA NUNCA se hizo pipí encima allí.
¿Cómo podía ser ésto?
Tras multitud de experimentos en casa
me dí cuenta que en esa zona no notaba nada. Así que me puse manos
a la obra y varias veces al día le mojaba y le secaba con apoyosvisuales “ahora estás mojado”, “ahora estás seco”.
Al principio no lo toleraba y cuando
fue aceptándolo fui aumentando las veces de hacerlo a lo largo del
día.
Ésto es TPS puro y duro, sensaciones
alteradas por completo, aunque también teníamos otra contra, el TEA
y las inflexibilidades.
El wc le daba una especie de... no sé
si terror, asco, a saber el motivo. Así que se le compró una silla
con orinal, foto hecha, anticipación hecha y manos a la obra.
Problemón absoluto que ocurrió: Marc
llegó a retener 24 horas sin hacer pipí. Hacía otra vez y otras
22, 23....horas más. Por supuesto que fui al pediatra pero nadie
sabia qué pasaba, se le miró pero todo físicamente estaba bien,
así que ya me enfurecí.
En su panel diario se le marcó cuándo
tenía que hacer pipí y en unos meses se consiguió. Como siempre,
paciencia eterna, celebraciones exageradas y un gran motivador: El
Tren Thomas.
Me gasté un pastón con los trenes que
le colgaba de la pared arriba de su wc. “Cuando hagas pipí en el
wc (daba igual de pie que sentado), mami te abre un tren”. Él
intentaba salirse con la suya pero no le dejé ni un ápice. Así que
fue un excelente reforzador y consiguió hacerlo.
Siguiente problema: generalizar en
todos los sitios. En casa hacía pero en el cole no. Y digo en el
cole porque ni salí a ningún sitio durante muchos meses para que
Marc consiguiese integrarlo bien. Fue muy duro, pero no ha sido
imposible.
Cuando por fín hizo en el cole ya
generalizó en todos los sitios, se le retiraron progresivamente los
premios y se normalizó la situación.
Luego vino el problema de defecar. Te
crees que si ya hace pipí ya viene todo solo, pero no!
Encima cuidado con regañarle por si
volvía a retenerse con el pipí, y ya va bastante mal de problemas
digestivos por culpa de la mala alimentación, así que no fue fácil.
Hacía dónde le apetecía, primero
encima, luego en el suelo (donde pillase), pero siempre dentro de
casa, nunca fuera.
Así que como ya entendía todo, se le
cambiaron los paneles (por dibujos), otra vez reforzadores y premios,
paciencia absoluta y a esperar.
En el momento que consiguió una vez
hacerlo en el wc (el de casa, ya se eliminó el otro) ya no le
permitía hacerlo en otro lugar, se llevaba un punto negativo, pero
sin enfadarme “no pasa nada, cariño, pero no tienes premio”.
Como su comprensión ha aumentado
muchísimo lo entendió y se ha conseguido.
No desistáis que se puede, como
siempre paciencia pero con firmeza, y siempre descartar posibles
problemas médicos.
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