Siguiendo
a la Parte 1. Una vez conseguimos entender el problema y saber actuar
correctamente en todas las situaciones que se pueden dar, otra cosa
importantísima es una correcta anticipación.
Después
de varios paneles conseguí dar en el clavo. Sé que son muchos
pictos, que hay gente que en su día me dijo que lo iban a marear
pero no ha sido así. Se ha conseguido motivarle por completo.
Marc
tiene predilección por el Tren Thomas, así que todo el panel es con
trenes de esa serie. Hay un menú a la derecha dónde ya se le
anticipa qué va a comer durante todo el día. En cada tren, arriba
de la chimenea, hay una especie de mano de camarero, que en su
bandeja sujeta el picto del alimento.
Cada
sección (primeros, segundos, aperitivos...etc), está diferenciada
por distintos colores y se colocan los pictos en una especie de vías.
Hay variedad de alimentos que, por supuesto, no los come, pero con
ésto conseguí desensibilizarlo, que viese que la comida no es algo
malo ni que da asco. Que por lo menos pueda ver el alimento,
reconocerlo en la nevera o en el supermercado, “normalizar” la
existencia del determinado alimento.
Y
en el que está de color blanco aparece lo que le terminó de
encantar. Hay una vía donde se colocan los trenes que llevan los
pictos que tiene que comer. Cada vez que termina uno lo colocamos en
cada estación superior. Si alguno no termina se deja en los árboles
hacia abajo (no conseguido). Y si se los termina todos le toca el
premio señalado con anterioridad.
Motivado
y contento cada vez que termina un plato corre hacia el panel para
colocarlo en las estaciones.
Nunca hay que engañarle porque sólo se ha conseguido el efecto contrario. Y, aunque me costó mucho llegar a encontrar algo que le motivase, le dí de pleno en la diana.
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