El DSM es el manual de diagnóstico
utilizado en psiquiatría para “colocar la etiqueta” pertinente a
las personas que no entran en lo que se puede encasillar como
“normal”. Así es como lo defino yo, que hay que hacerlo por una
serie de motivos, pero al final te quedas con eso, ¡zas, etiquetado!
(Tipo facebook, pero de por vida).
En el caso de Marc había un desfase en
el desarrollo así que había que averiguar qué estaba ocurriendo y
ponerle un nombre.
Pues bien, el DSM-V se basa en los
siguientes criterios para dictar este diagnóstico:
1-Deficiencias persistentes en la
comunicación social y en la interacción social en diversos contextos.
A. Las deficiencias en la reciprocidad
socioemocional, varían, por ejemplo, desde un acercamiento social
anormal y fracaso de la
conversación normal en ambos sentidos
pasando por la disminución en intereses, emociones o afectos
compartidos hasta el fracaso en iniciar o responder a
interacciones sociales.
B. Las deficiencias en las conductas
comunicativas no verbales
utilizadas en la interacción social,
varían, por ejemplo, desde una comunicación verbal y no verbal
poco integrada pasando por anomalías del contacto visual y
del lenguaje corporal o deficiencias de la comprensión y el
uso de gestos, hasta una falta total de expresión facial y de
comunicación no verbal.
C. Las deficiencias en el desarrollo,
mantenimiento y comprensión de las relaciones, varían, por
ejemplo, desde dificultades para ajustar el comportamiento en
diversos contextos
sociales pasando por dificultades para
compartir juegos imaginativos o para hacer amigos, hasta la ausencia
de interés
por otras personas.
2-Patrones restrictivos y
repetitivos de comportamiento, intereses
o actividades
A. Movimientos, utilización de objetos
o habla estereotipados o
repetitivos (p. ej., estereotipias
motoras simples, alineación
de los juguetes o cambio de lugar de
los objetos, ecolalia,
frases idiosincrásicas).
B. Insistencia en la monotonía,
excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones ritualizados de
comportamiento verbal o no verbal (p. ej., gran angustia frente a cambios
pequeños, dificultades con las transiciones, patrones de
pensamiento rígidos, rituales de saludo, necesidad de tomar el mismo
camino o de comer los mismos alimentos cada día).
C. Intereses muy restringidos y fijos
que son anormales en
cuanto a su intensidad o foco de
interés (p. ej., fuerte apego
o preocupación por objetos inusuales,
intereses excesivamente circunscritos o perseverantes).
D. Hiper- o hiporeactividad a los
estimulos sensoriales o interés
inhabitual por aspectos sensoriales del
entorno (p. ej.,indiferencia aparente al dolor/temperatura,
respuesta adversa a
sonidos o texturas específicos,
olfateo o palpación excesiva
de objetos, fascinación visual por las
luces o el movimiento).
3. Los síntomas han de estar presentes
en las primeras fases del período de desarrollo (pero pueden no
manifestarse totalmente hasta que la demanda social supera las
capacidades limitadas, o pueden estar enmascarados por estrategias
aprendidas en fases posteriores de la vida).
4. Los síntomas causan un deterioro
clínicamente significativo en
lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento
habitual.
5. Estas alteraciones no se explican
mejor por la discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual)
o por el retraso global del desarrollo. La discapacidad
intelectual y el trastorno del espectro del autismo con frecuencia coinciden;
para hacer diagnósticos de comorbilidades de un trastorno del
espectro del autismo y discapacidad intelectual, la
comunicación social ha de estar por debajo de lo previsto para el nivel
general de desarrollo
Y luego sigue explicando, pero los
puntos del diagnóstico son éstos.
Habrá gente que no tenga ni idea de
lo que acaba de leer y además no es que quiera hacer una entrada
explícitamente de este manual sino de cómo se hizo el diagnóstico
y la propuesta de tratamiento de Marc.
Para empezar el diagnóstico fue un
verdadero desastre, 2 mañanas enteras a base de preguntas, en las
que alguna vez se le hacía alguna prueba al niño y poco más. La
persona encargada de hacer ésto estaba muy nerviosa con lo cuál yo
salí de allí desconcertada. Vamos a ver, a mí no es que me guste
criticar la profesionalidad de nadie (y va para más entradas) es que
es MI HIJO, no un ratoncito de experimento y por lo tanto mi
OBLIGACIÓN como madre es velar por su bienestar tanto físico como
psicológico y si las cosas no se hacen bien, pues no se hacen bien y
punto. Al igual que cuando si se hacen bien no me canso de decirlo.
También he de decir que en ese momento se aplicó la versión
anterior a este manual, el DSM-IV, porque ésta aún no había
salido.
La propuesta de diagnóstico fueron
terapias que no sabría exactamente como definirlas. Cierto es que
Marc iba avanzando poco a poco pero, y partiendo del manual en el que
insiste tanto en la falta de comunicación..... ¿POR QUÉ NO HABÍA
UN LOGOPEDA?
A falta de ello, que no lo decían,
se le enseñaron los pictogramas (ya venía con intercambio de
imágenes reales de atención temprana) y no costó, pero por si
fuera poco se le enseñó la lengua de signos, concretamente la
bimodal.
El cacao mental que se le creó al
niño fue inmenso, no sabía si intercambiar una imagen, hacer una
signo o bailar a la pata coja.... Menos mal que tuvimos suerte por
partida triple. Porque encontramos por pura casualidad a un gran
logopeda, Carlos (que sabes el aprecio que te tengo por todo lo que
has hecho con Marc, eres un excelente profesional y una gran
persona). Cuando empezó la escuela el primer año tuvo a Lucía, profesora
de AyL (que a parte de una gran profesional, entendió a Marc desde
el primer momento, tuvieron una “conexión” especial y eso es muy
difícil. Y conmigo, que algún café que otro hemos tomado y eso que
sólo estuvo 1 curso con Marc, para mi pesar). Y Laura, psicóloga de
la escuela dónde va Marc (ella pidió que se le “forzase” al
Marc a hablar, ya que, simplemente con los signos se iba a “acomodar”
y si no se cambiaba de estrategia íbamos mal. Chapeu Laura, sabes
también el cariño que te tengo).
Entre ellos 3 y todo el equipo que
había tanto en la escuela como en el nuevo centro de terapias,
porque por supuesto me cambié de centro, hubo un cambio de
estrategia y 2 años y medio después de ésto hay que decirle a Marc
“silencio”, porque no se calla. Si bien queda muchísimo trabajo
que hacer a nivel de lenguaje y comunicación, hablar habla. Porque
también se me dijo eso de...”quizá no hable nunca”. En fin.
Respecto al anterior centro no quiero
decir nada más, pero por otros motivos me tuve que ver en un entorno
distinto a sanidad y educación, concretamente justicia, dónde se
dijo textualmente “cualquier centro especializado en autismo” y
es dónde me hice la gran pregunta: ¿Cuándo queda realmente
demostrado que un centro o un profesional está realmente
especializado?. Y no me refiero al cuño o al título. ¿En manos de
quién “caen” nuestros hijos? Como la persona que esté al cargo
de un niño con una condición tan especial no esté formado e
informado para encontrar a buenos profesionales está
totalmente VENDIDO.
Otro punto que destaca el manual es
la falta de interacción social. Claro, ésto después de que
adquiera lenguaje y aquí hay también tela que cortar. Faltan
recursos en las escuelas para que haya una figura permanente en el
patio que los apoye a interactuar con sus iguales, o sea, los niños.
Aquí hay un muro enorme que derribar. Marc interactúa con los
adultos, porque sabemos qué ocurre y si le conocemos y estamos
formados sabemos cómo actuar, pero los niños no. Aquí si que ha
hecho un gran trabajo su tutora, puesto que los niños de su clase se
acercan a Marc y le ayudan, saben desde que empezó 1o de Infantil
que Marc tenía una condición distinta y ella ha sabido “torear”
muy bien el asunto, puesto que poniéndome en su piel fácil no es
conseguir ésto. Pero falta la figura que os comento, y debería de
ser así en todas las escuelas. En el patio es dónde hay juego libre
y es dónde más se les complica hacer amigos, jugar a juegos
abstractos para ellos, compartir....etc, puesto que no hay nada
dirigido que puedan usar como referente para empezar a hacerlo.
También el manual nombra la dichosa
discapacidad intelectual, coloquialmente hablando, mal hablando,
retraso mental. Pues Marc no lo tiene, aunque si se me advirtió en
un principio que lo primero que había que descartar era ésto.
Habría también que hacer un manual para profesionales de cómo
explicar a los padres qué puede o no ocurrir, pero bueno, cuando no
hay tacto del susto que te llevas después todo es positivo a la
fuerza (…).
Y para terminar, decir que el DSM-IV
no lo recogía pero éste si le dedica estas palabras (tristemente
pocas, pero por lo menos lo empieza a nombrar) al Trastorno del
Procesamiento Sensorial:
- Hiper- o hiporeactividad a los
estimulos sensoriales o interés
inhabitual por aspectos sensoriales
del entorno (p. ej., indiferencia
aparente al dolor/temperatura,
respuesta adversa a
sonidos o texturas específicos,
olfateo o palpación excesiva
de objetos, fascinación visual por
las luces o el movimiento)
Otra cosa que no se hizo en la
propuesta de diagnóstico fue ponerle una Terapeuta Ocupacional
experta en Integración Sensorial, tampoco tenían ni idea de qué
era eso. Cuando me dí cuenta y lo dije me miraban como si hablara en
otro idioma. Pero como quiero hacer varias entradas sobre ésto
ya concluyo.
Y ahora quien me conozca o a mí o a
mi hijo que vuelva a pensar “madre mía, un niño con autismo!”.
Pues espero que veáis que no es negativo tener un niño con autismo,
porque ante todo, es un niño, es mi hijo y lo adoro. Ojalá me
hubiesen dicho, “Marc tiene autismo tienes que hacer ésto, ésto y
ésto. Está protegido por esta ley, ésta y la otra. Le pertenecen
éstos apoyos y éstos y éstos...etc.” Viviría en una nube de
colores, de verdad. Lo negativo es a lo que hay que enfrentarse día
a día y tener que llevar una especie de espada desde que te levantas
hasta que te acuestas para que todo lo que hay alrededor de él se
haga bien, sea positivo y dé frutos.
"EL AUTISMO NO ES NEGATIVO, EL SISTEMA SI"
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