Conocido es que los niños con autismo presentan ausencia de juego simbólico, no vienen con ello "de serie", hay que enseñarles a jugar y a utilizar correctamente los juguetes.
Con 2 años Marc no hacía caso de los juguetes, prefería un mando a distancia o cualquier objeto alargado para hacer su queridísimo barrido visual. Tambíén se podía pasar horas y horas dándole vueltas a las ruedas de los coches. A las muñecas no les hacía caso y los peluches le daban asco, tal cual.
Me pasé horas y horas imitando el pitido de un coche, hacíendole "brum-brummm" "ñiauuu-ñiauuu" (...) pero nada. Lo único que conseguía era que acabaran todos alineados, pero con lógica, porque encima los clasificaba por colores. Y yo cada vez me ponía más y más negra, porque a parte de que no tenía sentido su juego, entraba en bucle y se alteraba.
Hasta que me puse manos a la obra, compré cartulinas, papel adhesivo y me senté frente al ordenador para intentar diseñar un circuito que incluyera también sus intereses, animales y clasificar.
Hay un garaje para que guardase los coches, la gasolinera para repostar, un parque para que colocara una muñequita, la policía, ambulancia y bomberos para que los pusiese en su lugar, un camión de comida para los animales, la zona de zoo y granja para que los clasificase. Todo señalizado con pictos de Arasaac.
Cuando lo terminé y me senté con él a jugar no costó mucho tiempo que entendiera qué es lo que esperaba de él. Y con el cuaderno para dirigirle el juego fue capaz de jugar solo siguiendo las instrucciones.
Con todo ésto se fueron las estereotipias y manías muuuuy lejos.
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